Con la actuación de Ignacio Rodes en el Teatro Infanta
Isabel se clausuró la XXXVII edición del Festival Internacional “Andrés
Segovia” que patrocina el Skal Internacional de Madrid junto a 15 prestigiosas
instituciones como la Comunidad de Madrid, el Ayuntamiento de la capital o la
Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED), entre otras.
Este festival se presentó el pasado día 19 en el Museo de
la Historia de Madrid, en la calle Fuencarral con motivo del 36 aniversario de
la separación del maestro y 150 aniversario de su nacimiento. E intervinieron
el director del festival, el guitarrista Pablo de la Cruz, acompañado de María
Torres Núñez; además tocaron algunas piezas los guitarristas Jorge Aguilera,
Rafael Suárez y Justo Maroto, quien también es el director de producción del
evento, además del propietario de la empresa fabricante de cuerdas de guitarra
RC Strings, con sede en Valencia, Juan Grecos y Francisco Rivero, presidente de
honor del Skal de Madrid, ambas entidades patrocinadoras del festival. El presidente
del Skal de Madrid explicó a los presentes la labor que realiza en turismo el
Skal, indicando que ahora hace 70 años que se fundó en Madrid, siendo uno de
sus presidentes el famoso barman Perico Chicote.
El festival internacional “Andrés Segovia” fue creado en
1986 por el guitarrista Pablo de la Cruz siguiendo los pasos del maestro con
el propósito de llevar la guitarra a un escenario diferente del que transitaba
dentro de los certámenes cerrados a la creatividad. Es el primer festival que
lleva el nombre de Andrés Segovia con autorización expresa de su viuda. El
objetivo es promover la fusión de la tradición con la modernidad en aras de un
interés común, la guitarra clásica, impulsando nuevo repertorio y apoyando a
jóvenes intérpretes.
Durante el festival se ha celebrado el VII curso de
maestros guitarreros y compositores en la música española, en la sede de la
Universidad Nacional de Educación a Distancia.
El programa que tocó Ignacio Rodes la noche de clausura fueron,
entre otras, obras de Bach, una pieza escrita para violín, pero traspasada a la
guitarra: “Fuga en do mayor BMV 1005”; Manuel de Falla Homenaje “Le tombeau
de Debussy”; y cerró con dos de Joaquín Turina: Homenaje a Tárrega
y Fantasía sevillana, con gran aceptación por parte del público.
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