viernes, 6 de noviembre de 2015

Cata de vinos de Zarraguilla en la Casa de Soria de Madrid


 

 

            El skalega Rafael Guzmán, acompañado de Javier Muñoz y Mara Hernández,  de la casa de Castilla y León en la capital de España, organizó ayer 5 de noviembre  una cata de vinos de las Bodegas Zarraguilla, de Sacramenía (Segovia) en el restaurante Variopintos, de la Casa de Soria en  Madrid, situada a escasos metros de la Puerta del Sol. A la cata asistieron más de 30 personas, entre ellas un grupo de varios miembros del Skal Club de Madrid, además de la japonesa Kazuko Aketa, colaboradora de la agencia Prestige Express, que muestra España a los turistas nipones y sirve de enlace para viajar al país del sol naciente.

            Tras presentar el propietario de la bodega, Venancio Martín, el lugar donde se cultivan las vides, a más de 1.100 metros de altitud, y las bodegas, intervino el enólogo David Herrero Rico, reconocido profesional que cata más de 1.000 vinos al año y que dio una espléndida lección de cómo tratar a los vinos (él no quiere que se le denomine caldos).

            Los vinos de las bodegas Zarraguilla son de la denominación de origen protegida Valtiendas, creada por Venancio Martrín de Andrés, y a la que pertenecen 16 pueblos de la comarca y se encuadran seis empresas vinateras más.
 
 

            Los vinos catados en la tarde de ayer fueron acompañados por tapas preparadas por Esmeralda Rodríguez, y se comenzó un vino Blanco Verdejo de 2014, acompañado de una tapa de ensalada. La bebida ofrecía un color claro, limpio, con reflejos verdosos y gran sabor a manzana. El enólogo aconsejó a los presentes no comprar vino de la variedad verdejo antes del mes de febrero, con el fin de que se haga.

            La segunda muestra correspondió a un vino Tinto Joven, de unos 14 grados y que acompañaba muy bien al torrezno de Soria.

            La marca del tinto crianza Vennur se creó para la boda de Venancio y Nuria y hoy es el vino que más se produce y se vende de las bodegas dada su excelente calidad tanto en nariz y sobre todo en boca.

            Pero, sin duda alguna, el rey fue el Tinto Reserva de Martín, al que ni le hacía falta la cuña de queso, pues era un vino redondo, afrutado, con olor a café. Hecho con uvas nacidas de viñas entre 80 y 100 años, es una joya para la viticultura de Castilla y León, tanto que el enólogo tiene intención de hacerle llegar algunas botellas al “gurú” mundial de vinos, el crítico estadounidense Robert Parker para que las cate, las juzgue y las dé a conocer.

 

Más información: www.bodegaszarraguilla.es        

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