viernes, 6 de noviembre de 2020

Una singular cata

 




            He tenido el placer de participar en una singular cata en el I Concurso de Vinos “Casino de Madrid”, organizada por el skalega Eliseo González, pero en esta ocasión fuimos un pequeño grupo (dos por mesa), para hacer una cata ciega de vinos bajo la dirección técnica de la gran dama del vino,  la extremeña María Isabel Mijares, y coordinado por su director el casinista Francisco Jiménez.

 




            Éramos unas cinco mesas, con dos catadores y tuve el placer de compartir cata con  Rosa Román, la presidenta en España de “La Chaîne des Rôtisseurs”. También tuve el gusto de comentar la jornada con María Luisa de Contes, presidenta de las Mujeres Avenir, la Asociación de Amistad Hispano – Francesa.

 




            La intención de esta mesa es dar a conocer los gustos de los consumidores, que son tan importantes como la de los catadores profesionales que catalogan al vino de manera perfecta, según sus grandes saberes, pero como dice el pueblo: Solo hay dos clases de vinos: “El que me gusta y el que no”. Y un servidor ha tenido la oportunidad de estar en la mesa del gran público, de los consumidores de los buenos caldos.

 

            De la página web del I Concurso de Vinos del Casino de Madrid copio literalmente sus objetivos: Divulgar la cultura del vino, su consumo razonable y su disfrute, facilitando el que los socios del Casino de Madrid, los socios de los 280 clubs sociales (33 en España) que tienen correspondencia con él, y el resto de los consumidores puedan “conocer, divulgar, consumir, y regalar vinos de calidad” teniendo más y mejores opciones donde elegir con plenas garantías”.

 

         Se probaron seis vinos, tres blancos (dos Ribeiros), y tres tintos.  El tercer blanco, era dulce (hay que decir que yo los vinos dulces los considero como muy femeninos, algo que no le gusta a mi amiga Mijares). Este vino blanco es de una variedad de uva italiana, producido en Extremadura y es un gran lujo, ya que el año pasado sólo se embotellaron 3.000 botellas.

 

         Hubo tres tintos (/dos Ribera y un Rioja). Al segundo Ribera, otro gran caldo, le di 91 puntos, bueno, una medalla de oro y fue, como ya es tradicional en mí, dejarlo para el final y darle un buen trago.

¡Mereció la pena!

www.concursodevinos.casinodemadrid.es 

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