Me ha sorprendido la noticia del fallecimiento de don José Gonzalo González porque apenas hacía días que hablando con Pilar, su gran esposa, me había informado que ambos, pese a sus noventa años de edad, se encontraban bien y estaban al frente de sus respectivas actividades: José con las visitas diarias a su empresa y Pilar con la coordinación total de su hogar de la madrileña calle de Montesa. Veteranos del barrio de Salamanca no era difícil verles caminar con soltura, últimamente acompañados de un bastón llevado con señorío, por las distintas calles del distrito madrileño.
Fue un gran profesional del mundo del turismo con una gran experiencia y muy innovador en cuantas "novedades" apareciesen en el mercado. José y Pilar, deben ser de las pocas parejas españolas que volaron en el conocido avión "Concorde", y recuerdo cómo comentaba que le había gustado la rapidez en el traslado pero que, sin embargo, en su opinión, el avión supersónico, a bordo , no era compatible con el lujo y la comodidad anhelados.
Contaba con amistades a lo largo y ancho de todo el mundo. En el movimiento SKAL siempre colaboró basándose en el concepto AMISTAD por encima de todo. Aún recuerdo cuándo, en la década de los ochenta, por motivo de una reclasificación llevada a cabo en la Federación Española, se le incluyó, por error administrativo, dentro de la calidad de Socio Asociado en vez de Socio Activo. Muchos otros, en su lugar, hubiesen, como se dice vulgarmente, montado en cólera pues quiero recordar que, en aquella época, entre otros cargos era consejero del Hotel Barajas. Sin embargo, José Gonzalo, con un gran temple,humildad y elevada educación siguió perteneciendo al SKAL CLUB de Madrid a la espera de que todo quedase debidamente esclarecido.
El matrimonio, José y Pilar, tuvieron una gran actividad SKAL asistiendo a infinidad de eventos dentro y fuera del SKAL capitalino. Su colaboración en la Junta Directiva del SKAL INTERNACIONAL de Madrid fue total. Luchó encarecidamente porque Madrid, en sus últimos años difíciles por determinadas razones, de las que la propia Federación Española no está exenta, siguiese existiendo. Es más, cuando en la sede ubicada en la calle Ayala de Madrid, nadie quería ponerse al frente del Club para sacarlo adelante y él en ese momento no estaba en activo dentro del movimiento SKAL, sugirió que se me convenciera para que volviera a hacerme cargo de la Presidencia en tanto en cuanto apareciese algún skalega madrileño que quisiera hacerse cargo de la misma. En contra de mí opinión, por el aquello de que "segundas partes nunca fueron buenas", yo no quería volver a la Presidencia que había dejado hacía muchos años. Sin embargo, la insistencia sana y de plena amistad de que José Gonzalo hizo uso, me abocó a aceptar transitoriamente dicho cargo.
Cuando las personas fallecen de la noche a la mañana, sin períodos de larga enfermedad, como en el caso que nos ocupa, parece como si, para nosotros, siguiesen con su vitalidad de siempre. Eso me pasa, ahora, con el gran skalega José Gonzalo que a lo largo de los años siempre presentó su mismo comportamiento amigable. Contaba, con naturalidad, su experiencia de hechos y realidades profesionales vividas a lo largo de sus años dentro del movimiento turístico internacional. Anécdotas, vivencias, conocimientos, etc, los exponía con gran sencillez y aportaba un saber hacer que le dignificaba. Su memoria, totalmente lúcida, amenizaba las conversaciones y en las Juntas Directivas, de distintas lnstituciones, de las que, en el transcurso de la vida, formó parte, y en algunas de las cuales coincidí con él, siempre sabía exponer su punto de vista acertado basado en la experiencia vivida .
Solo me resta añadir, con la sencillez que a José le caracterizaba
¡ Descanse en paz !
MANUEL BURILLO
Past presidente del Skal Internacional Madrid
En la foto, de izquierda a derecha, José Gonzalo, Miguel Nieto-Sandoval y Jesús Quereda, presidente del Skal Internacional Madrid.