El Skal de
Madrid se ha hermanado el día 4 de diciembre con el Skal de Roma, al mismo
tiempo que el Skal de Budapest. El acto se celebró en el estadio Domiciano, declarado
Patrimonio de la Humanidad, y que se halla debajo de la plaza Navona, que es la
arena de dicho estadio. Al acto acudieron, entre otras personalidades, el
representante de Turismo del Ayuntamiento de Roma, Alessandro Onorato, y el
presidente de la Asociación de Albergatori de Roma, Giuseppe Roscioli, hijo de
Franco Roscioli, miembro de honor de Skal de la capital italiana, así como unos
40 skalegas.
Abrió el
acto de hermanamiento el presidente del Skal de Roma, Luigi Sciarra, quien leyó
lo que supone un acuerdo de hermanamiento de dos clubes: Fomentar un contacto
informal por correo electrónico o por carta con los socios individuales; es
decir, “amigos por correspondencia”, organizar visitas de intercambio a nivel
individual, reuniones anuales de carácter social, pero que se recomienda que
incluya contenido profesional, como una sesión de trabajo sobre los viajes y el
turismo, así como otros puntos de interés. Se firmaron sendos diplomas para Budapest y para Madrid y a cada uno de los representantes se les entregó una metopa con los nombres de los tres clubes.
A
continuación habló Andrea Bocsi, secretaria del Skal de Budapest, quien acudió al
hermanamiento en representación del presidente Peter Javorkai. En sus palabras,
leidas en italiano, Andrea agradeció el hermanamiento y se ofreció para realizar
actividades conjuntas. Por su parte, el presidente del Skal de Madrid,
Francisco Rivero, agradeció en español las atenciones recibidas y dijo que los
skalegas jan de trabajar por el turismo con
la idea de que el destino ha de ser Europa, aunque cada país busque
conseguir turistas para su destinos, pues Europa es un continente de mucha
cultura y de grandes profesionales del sector. Apoyó esta idea Giuseppe Roscioli.
El presidente
de Madrid ofreció al Skal de Roma una placa, de diseño moderno, en el que se
leía la distancia entre Madrid y Roma, que es de 1953 kilómetros y una insignia
de Skal en el nombre de cada ciudad. Asimismo, ya que se estaba en uno de los
lugares míticos de la Ciudad Eterna ofreció al presidente Luigi Sciarra otra
placa con el lugar más reconocido de Madrid, la Puerta del Sol, que ya figura
en una pared del club. El presidente del
Skal de Madrid recibió un libro editado por Claudio Lozzi, un skalega romano,
editor de Lozzi Roma y que muestra bellísimas fotografías: “El encanto de Roma”.
Al acabar el
acto del doble hermanamiento hubo una visita guiada en inglés e italiano del
sitio arqueológico que se encuentra a 4,5 metros bajo tierra, donde se muestra
lo que era el estadio, de 275 metros de largo y 106 de ancho, con capacidad
para 30.000 espectadores.
Esa misma
noche hubo una cena de gala en la sala Verdi del famoso hotel Quirinale, a
donde acudieron unas 70 personas, con representación del Skal Costa Azul, con
asistencia de su presidenta, Nicolle Martin; el presidente del Skal de Suiza, y
miembro de la junta directiva de Skal Europa, David Fontanella y por parte del
Skal de Praga, la tesorera del club, Marie Ranisova. En el acto se hizo entrega
de dos premios, uno a la aerolínea ITA, sustituta de la recién fallecida
Alitalia, y que recogió Pablo de Malta; y otra al aeropuerto de Fiumicino, que le
fue entregado a Ángela Cappelli.
La noche anterior del hermanamiento se celebró una cena en la Hostería “Da Vincenzo”, en
la calle Via Castefidardo, 6, que ofreció una típica cocina romana a base de
dos entrantes, dos primeros, dos segundos y postre.. Por desglosar el menú de
entrantes: Carciofo (alcachofa) alla
Romana e alla Giudia, y una segunda alcachofa (Coratella con peperoni). Un segundo
a base de dos pastas tradicionales: Mezze maniche alla carbonara y rigatoni all’Amatriciana.
El tercer grupo “Le pitanze” fueron “Coda alla vaccinara” (un rabo de vaca) y “Trippa
alla romana”, que a mí me recordaban los callos a la madrileña y “per finire”
Zuppa inglese”. El vino fue ofrecido por la “strada del vino” Cesanese, propiedad
de un skalega