El último almuerzo coloquio del Skal
de Madrid ha sido con un personaje turístico de resonancia mundial, no en balde
es embajador para España y América Latina del Consejo Mundial de Viajes y el
Turismo. Estamos hablando de Adolfo Favieres, doctor ingeniero aeronáutico,
hombre que comenzó su actividad en 1978 como vicepresidente del consejo de
administración de Hoteles Unidos S.A., la mayor cadena hotelera española en esa
época y la más antigua de Europa, pues fue fundada en 1930.
Recordó a Miguel Sebastián, el ex
ministro de Turismo, cuando dijo en el coloquio anterior que, en estos años, el
turismo lo tiene fácil pues en el mundo hay más gente, con más dinero y con más
tiempo libre, a lo que él añadió con más salud y con mujeres libres e
independientes en las faenas laborales para gastar su tiempo en viajar. Es el
viaje el oficio más antiguo del mundo, y no como ese otro que se ha considerado
siempre. Pensemos en los Juegos Olímpicos de Grecia (turismo deportivo), en los
Jardines Colgantes de Babilonia (turismo cultural); en el siglo VII, la Meca y
sus miles y miles de peregrinos (turismo religioso). El discípulo y yerno de
Carlos Marx, Paul Larfargue, en su libro “El derecho a la pereza” proponía ya
en el siglo XIX jornadas laborales de 3 horas y el famoso economista John Keynés,
semanas de 15 horas, lo que le da al tiempo libre un valor económico grande.
A esto hemos de unir los 20.000
aviones que están volando ahora mismo por todo el mundo lo que hace que unos 3
millones de personas, una verdadera nación sobrevolando la tierra. Los 40
millones de vuelos abales hace que el avión sea el transporte más seguro y
rápido, lo que le hace imprescindible para el sector turístico. “Uno tiene la
experiencia- dijo Favieres- de haber llevado la primera compañía aérea española
chárter a República Dominicana en 1981 y también haber sido el primer
empresario español en abrir un hotel en aquella isla caribeña.
Desde hace años es miembro directivo
de World Travel & Tourism Council (Consejo Mundial de Viajes y el Turismo),
cuya secretaría general recae en la mexicana Gloria Guevara, que fuera
secretaria de Turismo de su país (Ministra de Turismo). E Consejo es la parte
privada de la industria del turismo agrupando a 200 presidentes de las más
importantes empresas turísticas del mundo, al igual que, en paralelo, lo hace
la Organización Mundial del Turismo, que asocia a 150 países y sus organismos
oficiales de promoción. El próximo encuentro mundial está previsto celebrarlo
en Puerto Rico. El último se celebró en Sevilla, con la asistencia de Barack
Obama. El Consejo Mundial de Viajes y
Turismo vendría a ser el Davos internacional del sector turístico
internacional.
Antes del coloquio, el que fuera
delegado de Turismo de Egipto en España, Hamdi Zaki, agradeció la difusión de
las ideas expuesta ante el Templo de Debod por Zahi Hawass, que fuera Ministro
de Antigüedades de Egipto, ya que de que de los cuatro templos egipcios que
fueron cedidos a países occidentales (Estados Unidos, Italia, Holanda y España)
sólo el de Madrid no estaba cubierto, deteriorándose por la contaminación, el
aire y la lluvia. Hamdi sugirió la idea de crear la Asociación de Amigos del
Templo de Debod.
Antes del almuerzo, el invitado hizo
entrega del diploma al nuevo socio del Skal de Madrid, Josep María Lacondeguy
Nantes, quien trabaja para la empresa gallega One.
El almuerzo se ofreció en el salón
Barcelona del hotel Weare Chamartín a base de volovanes rellenos de champiñón
al ajo y perejil, además de blines de salmón marinado con cítricos y cream
fresch. Hubo un mero con salsa verde con costra de calabacín y lingote de rabo de
toro con verduras glaseadas, y de postre arroz emperatriz.
Previamente hizo un aceite de oliva
virgen extra ecológico de la variedad de aceitunas manzanilla cacereña marca
“Vieiru”, elaborada en el pueblo extremeño de Eljas, en la Sierra de Gata, donde
se habla un lenguaje propio desde el siglo XIII, “A fala”, una mezcla del
gallego, portugués y castellano de la época. En esta zona se halla el mejor
hotel rural de España “A velha fabrica”, de la misma familia que elabora el
aceite www.aspontis.com. Y en cuanto a los vinos, los ofreció la bodega
Valbusenda de Toro (Zamora), un exquisito blanco verdejo, fermentado en barrica
de roble francés, enriquecido con aromas de anacardos y nueces, con una edición
limitada a 2.500 botellas, y un tinto de la misma casa Valbusenda, en cuya
heredad realiza un turismo enológico alojando a sus clientes en un precioso
hotel spa de 5 estrellas.